28 jun 2008

Balconblue... La mirada indiscreta



Un espacio intervenido por otro. Dos personajes para una mirada. Tres personajes con sus respectivos fantasmas.
Cuatro actores...

20 jun 2008

Paradoja de los espejos




La seducción y la herida...

13 jun 2008

Balconblue... Notas y críticas

Dijo La Nación
"...Balconblue se sirve de muy diversos registros a lo largo de todo su desarrollo. Es interesante, en cuanto a la estructura dramática, cómo la repetición es utilizada como mecanismo para la producción de sentido a través de la condensación. Indudablemente, Costa maneja con fluidez la técnica narrativa, cosa que le permite como autor desestructurar una trama y volverla -a través de cierto cripticismo- tan oscura como extraña. Siendo la historia de un hijo con su madre muerta, no es eso, ya que es mucho más. Hace que la técnica y el procedimiento se impongan por sobre el argumento, apareciendo como tema central la mirada y el punto de vista a través del que se narra una historia..." Federico Irazábal

"Balconblue"
Cuatro artistas desarrollando una curiosa expresión de realismo mágico. Encerrados en cuatro personajes, cuatro perfiles diferentes expresan álgidas temáticas como la sexualidad, el sometimiento, la ambiguedad y la duda... ¡Buena Propuesta! Meche Martinez Ver nota

4 jun 2008

Imaginación Atrapada / Teatro - Crítica

"Balconblue" ¿Quién es quién?
El portero de un edificio que tiene un punto de vista perfecto hacia el balcón de Elián -un hombre bajito, tan bajito como él-, relata hechos que responden a un tiempo presente y pasado (conclusión que sólo podemos sacar al final de la obra). En ese mismo balcón, se sitúa obsesivamente una señora mayor que cuida y mira sus plantas, mientras recuerda en alemán un pasado que la perturba hasta el llanto. Un cuarto personaje acciona en la escena, un hombre alto que, según el portero, tiene similitud a Gary Cooper, un hombre sin identidad propia que reaparece como una amenaza rememorando un posible hermano mayor, un posible padre ausente. Uno de los juegos espaciales que compone la obra enfrenta a Gary Cooper con el bajito, mientras que el encargado relata los hechos a modo de referí y comentador de boxeo satisfaciendo su propio placer escópico.
Cuatro banquitos de madera, un escenario oscuro y cuatro personajes caracterizados laboral y anímicamente por su vestimenta. A partir de allí, las relaciones humanas, que recorren desde la fantasía de un incesto homosexual, pasando por el voyeurismo con su contrapartida -la exhibición-, hasta la práctica sadomasoquista, le exigen al espectador rearticularlas. Nos exige entender cada relación como un entramado complejo, donde un tercero, el Voyeur o nosotros mismos, deposita su propio deseo. Frente a la madre de Elián, que él consideraba muerta, se depositan las madres de todos. Frente a la interacción de Elián con Otro, se encarna la interacción de todos con el Otro. Frente a una mirada ajena, se instala una mirada propia. Y entonces es desde ese lugar que se buscan respuestas. Respuestas que busca Elián, el Voyeur, el Otro, las diferentes madres y el propio espectador que, extrañado, puede llegar a recomponer la historia.
“Balconblue” juega con las temporalidades. Si en un momento la historia se deposita desde un relato oral en el presente, gracias al portero que observa distanciadamente una situación familiar, ese presente se ve frustrado al contaminarse con la mirada misma del narrador; ese presente se vuelve pasado. Quizás, el objetivo final de la obra sea primero lograr pasar la mirada del balcón a quien mira y desde quien mira a nosotros. Quizás, el objetivo sea dejar en carne viva las relaciones humanas, cuestionando el supuesto conocimiento de las mismas al dejar a la vista las razones de fondo. Entonces, es posible que, de preguntarnos ¿quién es quién? pasemos a preguntarnos ¿quiénes somos? Jimena C. Trombetta
Ver nota
http://www.imaginacionatrapada.com.ar/ 04-06-08